BENDITA LA ESPIGA



Bendita la espiga que transformó
en tu cuerpo, en tu carne, Maestro.
Y de un lindo racimo de un viñal,
se hizo el Vino y hoy tu sangre bebemos.



Hoy estás presente en la mesa
que está como un buen banquete.
Oh, Jesús. Oh, Jesús. Oh, Jesús.

​

Él con sus discípulos se reunió,
entregando su sangre y su cuerpo.
Y hoy se nos ofrece en el altar,
compartiendo su banquete eterno.

​

(coro)
Uuuu uuuu. Oh, Jesús. Oh, Jesús.
Ooooh, Jesús. Ooooh, Jesús.